Llegan la Navidad y con ella la primera cita importante de estas fiestas: la cena de Nochebuena.
Muchos pensarán que es una de las noches más entrañables del año, si, puede ser, pero lo será si no cometemos ningún error.
La Nochebuena es motivo de reencuentro con la familia, ya sea con familiares a los que habitualmente vemos, como con familiares que vemos de año en año...
Y permítanme que les diga que esto de juntar a todos alrededor de una mesa, a veces se convierte en una bomba de relojería, o batalla campal, si recurrimos a términos bélicos.
Lo que previamente se presenta como una tranquila noche familiar, puede acabar como “el rosario de la aurora”.
Para que esto no ocurra en nuestro “hogar dulce hogar” esta noche tan señalada, nada mejor que tener en cuenta esta lista de 10 cosas que nunca debes hacer en la cena de Nochebuena.
1. Llegar tarde, gran error
A nadie nos gusta que nos hagan esperar y en esta noche mucho menos.
Si eres de los afortunados que van a mesa puesta, lo mejor será que llegues con tiempo, porque, si no es así, correrás el riesgo de comenzar con muy mal pie la noche, los anfitriones no suelen perdonar.
Después de estar horas recluidos en la cocina preparando los entrantes, el plato principal, postres varios y haberse esmerado, muy mucho en la decoración de la mesa, no están para tonterías.
Y menos para esperar al invitado impuntual que ha decidido, unilateralmente, ser desconsiderado en la noche más familiar del año.
2. Comer en exceso
Este objetivo siempre nos lo fijamos y pocas veces lo conseguimos.
Es sentarnos frente a la mesa y es empezar a ser conscientes de que nada podremos hacer...ella nos gana.
Una procesión de platos hacen su particular recorrido de la cocina al salón, ofreciendo sus mejores galas y su aroma más particular.
Pero ahí es donde debemos ser fuertes, pues las navidades acaban de empezar y estas tentaciones no acaban aquí, aparecen en cualquier momento y en cualquier reunión.
Por muy guardada que tengamos la báscula durante esos días, algún día la deberemos de volver a sacar, ¿no?
Si hemos sido fuertes ante la tentación navideña, el reencuentro con nuestro peso no será tan deprimente.
3. No experimentes en la cocina esa noche
Por mucho que te guste ver Master Chef, por mucho que te guste disfrutar cocinando, esa noche no se puede dejar nada en manos del azar.
Lo que hagamos que lo hagamos bien, porque si no es así, deberemos estar preparados para los veredictos improvisados y siempre “constructivos” de tus familiares.
Además, corres el riesgo de que ellos tampoco se hayan perdido ninguna edición de este programa de televisión.
Experimentos, los justos, recuerda, no eres Ferrán Adriá ni Jordi Cruz, y no cuentas con una estrella Michelín.
Más te vale ir sobre seguro si no quieres “estrellarte”
4. Dar cafeína a los niños
Esto, directamente, es jugar con fuego, una irresponsabilidad total.
Un riesgo innecesario que de llevarlo a cabo, nos puede salir muy caro, qué digo caro, carísimo.
La cafeína mejor ni olerla, directamente debemos esconderla, bastante euforia llevan los niños ya de serie, como para arriesgarse a que sean ellos los que nos lleven a nosotros a la cama.
No hay que olvidar que están de vacaciones, y eso implica que no están cansados, nunca están cansados.
No seas inconsciente y potencies aún más esa hiperactividad, con la que el espíritu navideño les aporta será más que suficiente.
5. Pasarse con el alcohol
Nunca está de más recordar que no debemos pasarnos con las bebidas alcohólicas.
Este factor será muy determinante en el desarrollo de la cena, no es lo mismo acabar cantando villancicos que cantando una jota.
Pero si el alcohol ya lo “traemos de casa”, porque previamente hemos estado celebrando con antelación la Nochebuena, la situación cambia, aquí no te salva ni el villancico ni la jota.
Además venir celebrado de casa es arriesgarse mucho, pues no hay que olvidar ese calorcito tan particular que emana de la Nochebuena cuando la calefacción coge temperatura...imagínate la reacción
6. Hablar de política, dinero, religión…un despropósito
Si hay algo que no hace falta ni que recordemos para que la armonía reine en la cena de Nochebuena, eso es la temática a tratar.
Política, dinero, religión...son temas recurrentes en muchas reuniones familiares, pero esta noche no es una noche al uso, esta es la noche.
Para que siga siendo buena, lo mejor sería quedarnos “muditos como la h”, pero como eso es misión imposible, saca temas amables...
Y como temas amables no podemos incluir el cuestionar el peso de tu cuñada, ni el modelito de tu suegra, y mucho menos todo lo que sabe tu cuñado...
Recuerda, es Navidad, y en Navidad, uno debe de ser amable.
7. No saques el móvil durante la cena...
Hoy en día es cuanto menos imposible pasar de los teléfonos móviles.
Éstos se han convertido en algo imprescindible en nuestro día a día, qué digo día a día, en nuestro minuto a minuto.
Pero sería de sentido común no abusar de ellos mientras celebramos una noche así, además, así menos temas “peligrosos” de los que hablar.
Si el no utilizar el móvil garantizara el buen rollo en la cena, lo mejor sería estar fuera de cobertura toda la noche. Una misión imposible.
8. No te vistas como si fuera Nochevieja
Nochebuena es Nochebuena, y Nochevieja es Nochevieja, esto es de cajón y no debes de olvidarlo.
No es momento de sacar las lentejuelas ni los brillos, ni mucho menos de colgarnos todo lo que tengamos como si fuéramos un árbol de navidad.
Esta cena es familiar, algo discreto y elegante sería la mejor opción, porque os recuerdo que para ir “hechos un cuadro” ya tenemos la noche de Fin de Año.
9. No cuestiones los regalos de Papá Noel
Si eres de los que recibe en casa la visita de Papá Noel, recuerda que es de muy mal gusto cuestionar los regalos con los que este año te han sorprendido.
Como se suele decir “a caballo regalado, no le mires el diente”, aunque sea el tercer año que te regalan lo mismo.
Si los regalos te han sorprendido para mal, no seas demasiado explícito, seguro que el que asesoró a Papá Noel está cerca.
Con toda seguridad le puso mucha ilusión al encargárselo, de nuevo, por tercera vez consecutiva ….
Pero si analizas la situación, posiblemente lo que debas de hacer es portarte un poquito mejor el próximo año, quizás es ahí donde resida el problema, y no en el mal ojo de Papá Noel ¿no crees?
10. No estés triste, apuesta por reír
En una noche así no debería haber espacio para la tristeza, disfruta el momento, de la compañía e incluso de las tensiones familiares. Ríe mucho.
No hay nada como la experiencia, pues como siempre es la única que te ayudará a mejorar en la vida.
Si esta Nochebuena no ha sido tal y como la imaginabas, seguro que con su inestimable ayuda, la que viene será infinitamente mejor.
De los errores se aprende, e incluso, a veces, uno se divierte. Recuerda que en la próxima alguien puede faltar…vívela intensamente.
Ya lo sabes, si quieres que esta Nochebuena no se complique mucho, ten en cuenta nuestras recomendaciones.
Si a pesar de ello, la complicación es ineludible, déjate llevar, son sólo unas horas.