Navidad y Amigo Invisible, una sociedad muy avenida, si quieres sobrevivir al ritual, no te preocupes, en QdOcio intentaremos que no mueras en el intento.
Toca ser fuerte, tatuarse la sonrisa y capear el temporal.
Las reuniones familiares con esos parientes con los que compartes mesa y mantel de año en año, ya están aquí.
¿Quién dijo miedo? Pues eso...para salir corriendo. Pero a ti, te va la marcha, ¿verdad?
Y si puedes con las cenas familiares, también con las de empresa, con la oficial, la extraoficial, y con las que quieras convocar...
Pero aquí no acaba todo, en estas fiestas necesitas poco menos que un Master en Marketing y Finanzas para no morir en el intento de encontrar el Regalo Perfecto.
Recuerda que el “monopolio regalo” ya no lo disfrutan sólo Papá Noel y los Reyes Magos, el Amigo Invisible escala posiciones... pero ten cuidado, este amigo tiene un lado oscuro.
¿Por qué recurrimos al “amigo invisible”?
Muchas son los objetivos con los que se pone en marcha este juego tan particular y al que se recurre ya no sólo en Navidad, éste sale de la chistera en muchas más ocasiones.
Parece ser que el “amigo invisible”, poco a poco, va ganando terreno y buscando nuevos horizontes.
Se puede decir que su círculo de amistades crece y corre como la pólvora.
Una de las principales razones por las que surge este “nuevo amigo” es por una cuestión meramente económica.
La Navidad genera muchos gastos, y participar en el “amigo invisible” es una forma muy rentable de reducir costes.
Parece que esta amistad suena a interesada...“por el interés te quiero Andrés” ¿verdad?
Pero a ese punto económico e interesado hay que sumarle otro aspecto como es el de la diversión.
Para algunos bien recibida y para otros no tanto, que, aunque año tras año, se prometen no volver a caer en sus redes, éste siempre les gana la partida.
Pero sea como sea, no hay que olvidar que esto no deja de ser un juego, y los juegos al final entretienen y divierten.
Otro aspecto interesante por el que seguimos recurriendo a él es porque se está convirtiendo en una muy sólida tradición.
Parece que la ecuación Navidad, turrón, Papá Noel y Reyes Magos parece incompleta si no introducimos en ella a “el amigo invisible”
Y por último, se puede decir que se participa por aburrimiento, básicamente, por hacer algo.
Claro que, si esto es así, el que lo propone debe tener una vida super aburrida en comparación con los que, nada más escuchar la idea, les cambia el semblante.
Cuánto daño hace el aburrimiento, ¿verdad?
Y hablando de aburrimiento, para evitarlo, nada mejor que unos buenos planes como éstos...
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La ceremonia del "Amigo Invisible"
Una vez puesta la idea sobre la mesa, muchos serán los que mostrarán de forma firme y contundente sus ganas de participar en la misma.
Otros, enmudecidos por la sorpresa, se aferrarán a la esperanza de que, al final, no se lleve a cabo tan repentina e inesperada idea.
Al final, como era de esperar, y contra todo pronóstico, “el amigo invisible” alcanza los apoyos necesarios y, a pesar de que no deja a todo el mundo contento, se celebrará sí o sí.
Y tras las deliberaciones correspondientes, llega el momento de la “ceremonia”, un divertido ritual que puede alargarse en el tiempo.
En ocasiones los “papelitos” se empeñan en llegar a las manos que no corresponden y provocan un sinfín de cruces que unas veces gustan y otras, mejor repetir.
Además esta situación, en ocasiones, invita a que si te tocas tú mismo, lo mejor sería callarse y que sea lo que Dios quiera..
Sea como sea, parece que lo importante ya no es que no se desvele la identidad, sino quién es la persona a quién debemos regalar.
La afinidad con ella es fundamental, pues influirá en cómo será tu participación en este juego tan navideño.
El siguiente paso, aunque lo parezca, no es nada sencillo: establecer el presupuesto.
Llegar a un entendimiento en lo referente al dinero siempre es complicado, y este caso no es una excepción.
El presupuesto puede llegar a convertirse en un drama.
Que “si más de esto es mucho”, que “si con esto qué vamos a poder comprar”, “que lo importante es el detalle”...
Así pasa, al final, te gastas una pasta en “nada, solo un detallito”.
Superado este paso...comienza el juego, y con él, las complicaciones.
El lado oscuro del “amigo invisible”
A veces elegir el regalo no es tarea sencilla y provoca auténticos quebraderos de cabeza, y, más, cuando te toca esa persona que tiene de todo y es muy “especialita” en sus cosas.
Aquí hay que armarse de valor y paciencia para encontrar ese regalo que pueda sorprenderla, pero si hay algo que te gusta en esta vida son los retos, y cuanto más difíciles, mejor.
Intentarás desplegar todas tus dotes detallistas, para poder ir con todo en buscar del regalo perfecto.
Pero hay que ser realista, por mucho que lo intentes, eres consciente que este juego tiene una cara B.
Y es que hay que reconocer que aunque participemos en él, hay motivos suficientes por los que no habría que hacerlo.
Motivos para no participar en el "Amigo Invisible"
1. Seguro que de todos los que participan, te ha tocado la persona más complicada.
La suerte es lo tuyo
2. Como suele ser habitual no tienes ni idea de cómo es esa persona y mucho menos conoces sus gustos.
Habrá que currárselo.
3. Pero como diría Murphy, “si algo puede salir mal, entonces saldrán mal”. Lo peor, que te toque alguien que no te cae bien.
Aquí te puedes replantear la “opción venganza”
4. Los riesgos no acaban aquí, a ti siempre te toca alguien que no se curra los regalos. Es decir, tu lo harás y a ti te regalarán una...
Pues eso, ve ensayando la sonrisa falsa.
5. Por último, y no por ello menos importante, eres consciente que en una semana tendrás tres “amigos invisibles”, lo que conlleva multiplicar todos estos contratiempos por tres.
¿Te presto la calculadora?
La moraleja
Si después de enumerar por qué muchos odian o no llevan muy bien esto del “amigo invisible”, quieres que extraigamos una moraleja...
Tenemos que decirte que lo hemos puesto un tanto complicado, pero a nosotros también nos gustan los retos, y ahí va.
La moraleja podría decir eso de que estamos en Navidad, en la que el espíritu navideño nos ha invadido y, que como de todo, debemos quedarnos con lo bueno de las cosas.
Y lo bueno o lo no tan malo de este juego es poder compartirlo.
Además en la vida hay que buscar estímulos positivos y éste puede llegar a convertirse en uno de ellos.
Piensa que te puede ayudar a conocer un poquito mejor, y a través de un regalo, a esa persona que te cae mal. Quizás tu opinión sobre ella cambie.
Te ayudará a convertirte en un experto “regalador”, pues la práctica ayuda, y el conocimiento nunca ocupa lugar.
Además te convertirá en una persona práctica, segura de sí misma y capaz de superar los miedos de las temidas preguntas que afloran en estos momentos.
¿Le gustará? ¿Tendrá algo igual? ¿Será poca cosa?...ante ellas y ante tantos “amigos invisibles” en marcha...
Deberás ser firme: un regalo, es un regalo. No dramaticemos, por favor.