domingo. 24.11.2024

La verdad es que es muy difícil no encontrar un momento, sea de la índole que sea, que no puedas celebrar en Casa Gavilla...la Navidad ya está aquí. 

Un rincón estratégico en Valdepeñas que, curiosamente, siempre pilla de paso, cuando vas a trabajar, cuando sales de ruta por los bancos, a la que recoges a los peques del cole, o cuando vuelves a casa a comer...

Por ello, es casi imposible no parar, sentarse y disfrutar de un pequeño momento de descanso, que seguro bien merecido lo tienes.

Un “parar el tiempo” para poder continuar.

Las mañanas siempre saben mejor con un buen café de refuerzo antes de empezar la jornada laboral, y en Casa Gavilla un buen desayuno es vital y toda una responsabilidad para la que se preparan a conciencia.

No hay nada peor que tomar el primer café de la mañana sin que éste sepa a café.

Aquí no hay riesgo, no se la juegan, el café sabe a café, tal y como debe de ser.

Desayuno en Casa Gavilla

Las calorías son opcionales, pero como “haberlas, haylas”, la decisión es tuya...

 

Pero no olvides que el desayuno es la comida más importante del día, y aquí seguro que lo haces de forma muy saludable.

El día avanza, así como el transito de gente que pasa y se deja caer por su puerta y por su terraza, siempre dispuesta a recibirte, sea cual sea la hora, y sea cual sea la temperatura con la que sorprenda el día.

Pero independientemente del clima, de la estación o de si hemos tenido o no un buen día, lo de las cañas y los vinos es algo que no debes olvidar nunca y mucho menos dejar de practicar.

Casa Gavilla en Valdepeñas

Irse de cañas o de vinos es algo tan beneficioso que todos debemos tenerlo incluido en nuestros hábitos del día a día.

Un ratito de desconexión será más que suficiente para retomar nuestra rutina diaria de una forma mucho más positiva.

El trabajo con una buena actitud es mucho más productivo.

Pero en Casa Gavilla, el término correcto no sería irse de cañas o vinos, sino irse de tapas, “pequeños bocados” que cuidan con mimo y que han conseguido restarle protagonismo a la bebida.

Y es que donde esté una buena tapa, que se quite todo lo demás.

La buena cocina que aquí se elabora es razón más que suficiente para retar a la báscula y olvidarse de los complejos.

Casa Gavilla, el rincón perfecto para ir de tapas

Llega la hora de comer y los más valientes se atreven a cruzar la Plazoleta Balbuena, territorio peligroso para los que les gusta “comer en vaso”...una temeridad.

Un momento, tal vez, de los mejores del día, pues aunque el tiempo pasa inexorable, el reloj da cuartelillo y te permite disfrutar un poquito de la compañía, de las tapas y las raciones.

Entre ellas, Juan Antequera, propietario de Casa Gavilla que nos da las siguientes recomendaciones: “Nuestros ibéricos, quesos y cecina, nuestros pescados frescos, como los chopitos, frituras, bacalao, pulpo. Y, cómo no, nuestras carnes de ciervo, rabo, secreto, lomo de orza…”

Y cómo no hacer un hueco para el café y, siempre con moderación, para la copa, porque no te olvides que no es fin de semana y toca currar.

Y si el mediodía es un buen momento para desconectar, de la noche ni hablamos, pues una vez terminada la jornada laboral, siempre viene bien dedicarte un ratito.

Si al mediodía no ha podido ser, lo de la noche no lo podemos posponer, además y si surge, una cena formal o informal puede proceder y encajar.

Y ahí entra de nuevo las recomendaciones de Juan: “para la cena podemos optar por nuestros siempre apetitosos baguettes, nuestras pizzas, o por nuestra amplia carta de ensaladas y verduras, sin olvidarnos, claro está de  nuestras famosas tostas"

Este es el devenir de un día de paso por Casa Gavilla, pero cuando llega el fin de semana, ya no hay horarios que valgan, y si los hay, nos los saltamos.

Ya lo sabes, sea el día que sea, Casa Gavilla te espera, el momento lo eliges tú. Y ahora en Navidad, no hay excusas.