sábado. 23.11.2024

Eso de "no comer entre horas" no es tarea fácil, y en ocasiones se convierte en misión imposible. Para ayudarte en ello, aquí tienes diez trucos con los que seguro conseguirás no sucumbir a la tentación. 

Lo has conseguido, te has propuesto llevar una alimentación sana y empezar a cuidarte. Enhorabuena!!!

Pero hay algo que a todos nos cuesta mucho… dominar esa sensación de hambre voraz que a lo largo del día y, entre horas, nos “ataca”.

QdOcio también se cuida, así que te proponemos varios trucos y consejos para superar esos delicados momentos.

Coge lápiz y papel, comenzamos...

1. No te saltes ninguna comida

Comer 5 veces al día es lo que los expertos nos aconsejan. Si comes cada 3 horas, aproximadamente, evitarás tener hambre entre una comida y otra.

Un nutritivo desayuno y un sano tentempié a media mañana hará que llegues a la comida “sano y salvo”.  

Lo mismo ocurre por la tarde…¡merienda!. Si, como cuando estábamos en el colegio.

Si a media tarde comes alguna cosa ligera, conseguirás llegar a la cena sin problemas.

Organiza tus comidas con antelación, una buena idea es hacer un menú semanal y la lista de la compra en base a él.

Ve a hacer la compra con la lista y evita comprar aquellas cosas que no debes, si no hay tentaciones, no caerás en ellas.

Si aún así, no puedes pasar sin dulces, como todos los que tenemos en nuestra región, o snacks en bolsa, busca aquellos que sean más saludables.

En vez de pastelitos o bollería industrial, opta por el chocolate negro. Ahora también se comercializan bolsas de aperitivos a base de harinas de legumbres u horneados en vez de fritos.

Opciones que harán que esos “pecados” sean mucho más leves.

2. Ojo con los tentempiés

Es cierto que debemos comer 5 veces al día, pero no vale cualquier cosa.

El objetivo de las 5 comidas es mantener el metabolismo activo y no llegar a las comidas principales con “hambre voraz”.

Pero, sobre todo, los snacks de media mañana y media tarde también tiene que ser saludables.

Incluye en tu dieta mucha fruta

Si después de un nutritivo y sano desayuno, que a veces no nos apetece o que nos cuesta un poco prepararlo recién levantados, llegan las 11, y nos tomamos una bolsa de patatas de máquina, nos habremos cargado la mitad de nuestro esfuerzo.

Además, este tipo de snacks poco saludables son, como decían nuestras abuelas… "pan para hoy y hambre para mañana".

Son calorías vacías, con lo que solo conseguiremos aumentar nuestra cuenta calórica, sin saciarnos y, al cabo de dos horas, volveremos a tener hambre.

Es mucho mejor opción tomar una pieza de fruta, un yogurt con un puñado de frutos secos, o un té y unos biscotes de pan integral y pavo.

Ponte firme no es cuestión que para carnaval tengas que ir disfrazado de "mesa camilla". 

3. Bebe mucha agua.

Hay que beber de uno y medio a dos litros de agua al día. Si, es cierto, puede parecer una barbaridad, pero todo depende de cómo lo plantees.

Si te imaginas que tienes que beber un botellón de 2 litros de una vez, mejor salimos corriendo.

Pero si lo piensas… son 8 vasos de agua al día, y con eso si que puedes. Organízalos a lo largo de la jornada, uno por la mañana al levantarte, uno con cada comida, un par de ellos a media mañana o media tarde.

Bebe agua, aunque no tengas sed, recuerda que somos un 70% agua, es imprescindible para vivir.

Además beber la cantidad suficiente de agua nos sacia, muchas veces creemos tener hambre cuando lo que tenemos en realidad es sed.

Así que ya sabes, cuando tengas un “ataque” de hambre, primero bebe un vaso de agua y espera unos minutos.

Es muy posible que solo necesitaras hidratarte.

Beber agua es muy necesario

4. Pon fibra en tu vida.

Intenta comer más alimentos ricos en fibra.

Son saciantes y fáciles de digerir, lo que hará que nos sintamos “llenos” durante más tiempo y, además, mantendrán “ocupado” y sano el sistema digestivo.

Come más frutas y verduras  y, recuerda que los cereales integrales, todos son ricos en fibra.

Las legumbres son una gran fuente de fibra y son muy saciantes. Además podemos cocinarlas de muchas maneras.

En invierno apetecen en guisos calentitos, mientras que en verano en refrescantes ensaladas y o en puré como el hummus.

Échale imaginación, mira en tu nevera, seguro que tienes a tu alcance muchos más alimentos saludables de los que piensas.

5. Come despacio 

Todos llevamos un ritmo de locos y eso nos lleva a hacerlo todo deprisa. Pero una de las cosas que tenemos que hacer con tiempo es comer.

Come conscientemente, es decir, siéntate a comer y solo a comer. Apaga el móvil y la televisión.

Si eres consciente de cada bocado será más fácil escuchar a tu cuerpo cuando te diga que has comido suficiente.  

Si dedicas tiempo para comer dejarás que el cerebro reciba la información correcta. Necesitamos 20 minutos para sentirnos saciados.

Así que toma nota, come despacio, mastica despacio, así comerás menos.

Para ayudarte, y tal y como ya te contamos, te recordamos unos consejos que te dimos para evitar los excesos. después de las navidades. 

6. Distráete 

Cuando estamos en casa tumbados en el sofá viendo la tele… ¿qué es en lo primero que pensamos?

En comernos un dulce o una bolsa de patatas…¿verdad?. Nunca se nos ocurre nada saludable…. Así que, distráete.

No es que no vayas a tener hambre solo por el hecho de estar siempre ocupado, pero es mucho más probable que esa sensación solo aparezca cuando realmente necesites alimento y no porque estés aburrido.

Para estar distraído, nada mejor que buscar estímulos positivos. Y para ayudaros, y como ya os contamos, un buen plan es irse de rebajas

8. Duerme 

Dormir es imprescindible, tanto, que no dormir bien puede favorecer la ganancia de peso.

Si dormimos menos de 7 u 8 horas, las hormonas de nuestro sistema se desestabilizan y tendremos tendencia a engordar.

Así que si quieres vencer el “gusanillo” y controlar tu peso es fácil, DUERME.

Dormir es fundamental

9. Haz deporte.

Aunque pueda parecer lo contrario, pensamos que hacer mucho deporte, nos provocará más hambre debido a que el consumo de calorías es mayor. Esto es cierto a medias.

Cuando hacemos deporte se liberan endorfinas, las hormonas de la felicidad. Estas hormonas consiguen que nos sintamos bien, satisfechos y por lo tanto saciados.

No deja de ser verdad que, si aumentamos la actividad, nuestro organismo demandará más alimento para cubrir lo que hemos consumido.

Pero si llegas del gimnasio con un hambre voraz…. no atraques el armario de los dulces.

Sí, ya sé que es lo que te pide el cuerpo, pero... abre el frigorífico y cómete un plátano. También es dulce, mucho más sano y te mantendrá saciado más tiempo.

Si te mantienes firme, podrá disfrutar de deportes como el running, que como ya te contamos nos aporta muchos beneficios.

10. Relájate

El estrés y la ansiedad del día a día nos lleva a comer sin control. Muchas veces utilizamos la comida para sentirnos bien y suplir otras carencias…

Recuerda que el estrés es dañino para nuestro organismo y por ello debemos controlarlo, tanto es así que, como ya te contamos, es un recurrente en los propósitos de año nuevo

Para controlarlo nada mejor que practicar yoga, si no lo has hecho te lo recomendamos. 

Comer es un placer, cierto, pero no es conveniente para nuestra salud comer cualquier cosa, solo porque hayamos tenido un mal día, o porque estemos agobiados.

Eso no quiere decir que, puntualmente, no puedas por ejemplo, comerte un trocito de chocolate… somos humanos ¿no?

La cuestión es que si, en un momento dado, tienes esa sensación de vacío y tienes la tentación de llenarlo con comida, párate y piensa.

Primero deberás descubrir cuál puede ser la raíz del problema, y buscar su solución.

Y luego antes de atracar el frigorífico, respira profundamente varias veces y piensa si realmente lo que necesitas es algo de comer.

Estos son pequeños consejos que os damos en QdOcio para vencer esas ganas descontroladas de comer que todos tenemos a veces.

Como habéis visto son muy fáciles de llevar a cabo y seguro que harán que os sintáis mucho mejor, que al fin y al cabo es nuestro objetivo.