Durante los primeros cuatros días del mes de febrero se celebra en un pueblo de nuestra región una fiesta singular, La Endiablada.
Almonacid del Marquesado es una pequeña localidad de Cuenca situada en la Mancha Alta y, en ella, se celebra, año tras año, esta fiesta cuyo origen incierto se pierde en el tiempo.
Es una ancestral combinación de estruendo, colorido, bailes, devoción y rituales.
En QdOcio nos gusta conocer y dar a conocer nuestras tradiciones más arraigadas.
Y como también nos gusta la fiesta, aquí os traemos una fiesta singular donde las haya.
En Castilla-La Mancha esto es un no parar, pues en unos días comenzamos con el Carnaval.
¿SABES CUÁL ES EL ORIGEN DE LA ENDIABLADA?
Durante siglos el origen y los rituales de esta celebración han pasado de padres a hijos, manteniéndose viva la leyenda que explica su origen.
Pero como todas la leyendas tiene parte de ficción y parte de realidad
En Almonacid del Marquesado perviven en el tiempo el origen de la Endiablada, tanto para San Blas, como para la Virgen de la Candelaria.
Aunque resulta realmente curioso que ambas versiones son totalmente distintas y atribuyen el origen de la Endiablada a dos fuentes totalmente diferentes.
VIRGEN DE LA CANDELARIA, DICE LA LEYENDA...
En el caso de la Virgen de la Candelaria dice la leyenda que, tras el nacimiento de Jesús, Maria tenía que cumplir con el precepto de presentar al niño en el Templo a los 40 días de su llegada al mundo.
Pero La Virgen ante esta obligación se encontraba preocupada, ya que según cuenta la Biblia, no conocía varón y esperaba de las gentes del Templo comportamientos recelosos.
Es en este punto donde entran en escena los diablos, unos cuantos hombre ataviados con prendas llamativas y estrafalarias y con cencerros.
El objetivo era desviar la atención de la multitud, para que María pudiera cumplir con los preceptos sin las miradas curiosas y maliciosas.
SAN BLAS, DICE LA LEYENDA...
Pero para San Blas se nos ofrece una explicación completamente distinta.
En este caso viajamos a otra época en el tiempo y a un lugar más cercano.
En las afueras de Almonacid, en un paraje a medio camino entre Almonacid y Puebla de Almenara, cuenta la leyenda que unos pastores encontraron la imagen enterrada de San Blas.
Cuando se corrió la voz y llegó a Puebla de Almenara, sus habitantes reclamaron también la imagen del santo.
Para solucionar el conflicto decidieron que se quedaría con la imagen aquel que consiguiera desenterrarla.
Los habitantes de Puebla de Almenara decidieron usar sus más lustrosos bueyes, pero a pesar de los muchos intentos no consiguieron moverla ni un milímetro.
Llegó el turno de los vecinos de Almonacid que llevaron para la ocasión una mulillas más bien escualidas.
Fue entonces cuando se obró el milagro, y, sin apenas esfuerzo, la imagen del santo salió de la tierra y acabó en Almonacid.
Y como había sido descubierta por pastores, éstos ante la alegría hicieron sonar sus cencerros dando así origen a la Endiablada.
Los pastores para limpiar la imagen utilizaron aquello que tenían a mano, aguardiente.
Dando este hecho lugar al lavatorio que se celebra todos los días 2 de febrero.
Dada la diferencia en todos los aspectos de ambas versiones es imposible establecer con rotundidad cuál es el inicio de la tradición de la Endiablada.
CUATRO DÍAS DE FIESTA
1 DE FEBRERO
Empieza la Fiesta...
Al caer la noche los diablos se congregan y, acompañados del resto del pueblo, desfilan camino del ayuntamiento de Almonacid a pedir permiso a la autoridad para comenzar la fiesta.
La Hermandad de los Diablos tiene carácter religioso y está dedicada a la Virgen Candelaria y San Blas.
El ingreso en la hermandad está restringida únicamente a los habitantes de Almonacid, sus descendientes o a aquel que esté casado con una mujer almonaceña.
Estos personajes llevan atuendos estrafalarios, producen gran ruido y estruendo y danzan sin parar.
Todos los asistentes son agasajados por el alcalde con rosquillos, rosquillas, magdalenas “zurra” y anís.
Como veis, en La Mancha cada fiesta tiene sus dulces típicos.
Y tras haber dado buena cuenta de todo, los diablos se dirigen a la iglesia parroquial para rezar por las almas de los hermanos difuntos.
Comienza a continuación un recorrido por todo el pueblo con una banda sonora inconfundible, los cencerros.
Ésta será la banda sonora de los próximos días en toda la localidad.
2 DE FEBRERO
La Candelaria
A primera hora de la mañana los diablos se reúnen para comenzar su recorrido por el pueblo.
En primer lugar acuden a casa de la Madrina Mayor de la Virgen para recoger la torta de mazapán de la Virgen.
Esta torta, una vez acabada la fiesta, se sorteará.
Los diablos van, de puerta en puerta, mostrando la torta y recogiendo más dulces para la hermandad.
El recorrido culmina delante de la iglesia donde se anticipan danzas ante la Virgen.
Al mediodía tiene lugar el momento álgido, la procesión de la Virgen.
Encabeza la comitiva el estandarte de la Virgen, y tras él, los diablos. Con gran emoción y esfuerzo danzan y saltan vitoreando la imagen.
Les siguen la Candelaria, las autoridades y finalmente las danzantas que continúan durante todo el recorrido a ritmo de dulzaina y tambor.
Las danzantas usan prendas cuidadosamente preparadas, con esmero y tras muchos ensayos, recitan versos y guardan un delicada coreografía.
Una vez finalizada la procesión, da comienzo la misa y a su finalización, los diablos vuelven a la iglesia, pero enseguida toma el protagonismo las danzantas.
Cada una lleva una pieza tradicional del arado. Al tiempo que recitan versos, se va montando el arado que porta la alcaldesa de la danza.
Tras esto, tiene lugar uno de los momentos más esperados, los “dichos”.
Poesías dedicadas a la Virgen, desde alabanzas a peticiones o vivencias regadas con una pizca de humor.
El momento es único y emocionante para todos los presentes y los vítores a la Virgen resuenan en el interior de la iglesia.
En las primera horas de la tarde tiene lugar otro de los momentos importantes de la fiesta, el Lavado de cara de San Blas.
Los diablos cambian su tocado por la mitra episcopal de San Blas. Primero de todo se dirigen al cementerio para recordar a los difuntos.
Después y tras una vuelta al pueblo se dirigen a la iglesia llevando cada uno una vela.
Una vez dentro del templo, el diablo mayor, con un paño y aguardiente, comienza a lavarle la cara al santo.
Además la imagen de San Blas es adornada con cinta y exvotos ofrecidas por los fieles en agradecimiento por su protección.
Hablando de San Blas, en Moral de Calatrava le tienen muchísimas devoción. Si no la conoces, te recomendamos visitar su multitudinaria Romería de San Blas.
Para finalizar el día en torno a las 20:00 horas de la tarde, los diablos dan la ultima vuelta al pueblo para rematar en la plaza entorno al diablo mayor.
3 DE FEBRERO
San Blas
El día de San Blas, los diablos se reúnen, de nuevo, pero en esta ocasión recorren el pueblo, pidiendo de casa en casa dinero para la sufragación de los gastos de la hermandad.
Como en el día anterior, el recorrido dará fin ante la iglesia para el inicio de la procesión.
El orden y recorrido de la procesión de San Blas es el mismo que el de la Candelaria con la única diferencia de los tocados de los diablos, portando en el día de hoy la mitra episcopal.
Los saltos, danzas y vítores se suceden en honor al Santo.
Tras la procesión, tiene lugar la misa que concluye con los diablos en la iglesia.
Con el mismo ritual del día anterior se monta el arado y se suceden los dicho en honor a San Blas.
Por último los diablos danzan ininterrumpidamente en la iglesia como resistiéndose a marchar, ya que tienen que despedirse de su patrón hasta el año siguiente.
De nuevo a primera hora de la tarde los diablos recorren el pueblo finalizando en la plaza.
Para finalizar el día, y tras una nueva vuelta por Almonacid, llega la despedida
Los diablos vuelven a recorrer todo el pueblo comenzando por las calles situadas hacia poniente y acabando en la plaza.
Todos rodean al diablo mayor que con incesante esfuerzos trata de hacer callar los cencerros para proclamar la fórmula que da fin a la fiesta.
Cuando por fin reina el silencio en la plaza, el diablo mayor, vitorea a San Blas, la Candelaria, el párroco y todo aquel que se encuentre en la plaza y despide la fiesta con un: “Hasta el año que viene, si Dios quiere”.
4 DE FEBRERO
San Blasillo
El último día, el denominado “San Blasillo” aún es festivo, aunque los diablos ya no portan sus cencerros.
Durante la mañana, las danzantas recorren todo el pueblo danzando los “paloteos”.
Han cambiado las castañuelas por palos de madera que golpean unos con otros al danzar.
Los vecinos del pueblo solicitan “paloteos” a cambio de dinero y así se sucede la mañana.
Ya entrada la noche, los diablos se reúnen de nuevo pero ya sin cencerro ni vestimentas.
Cenan todos juntos, oveja frita con ajos y comparten las experiencias de la fiesta y las emociones vividas.
Con esto concluyen cuatro días de fiesta, emocionante pero también extenuante para los que participan activamente en ella.
La Endiablada aúna lo religioso y lo pagano, pero sobre todo une a un pueblo y a todo aquel que quiera acercarse a conocerla.
Esta fiesta une en un sentimiento único que solo puede sentirse en Almonacid del Marquesado.
Además es una Fiesta de Interés Turístico Regional como ocurre en otras fiestas como el Carnaval de Herencia.
Si quieres disfrutar de una tradición única, no lo dudes, ven a la Endiablada, una fiesta que cuentan que es la más antigua de España.
Y si tienes tiempo y tu cuerpo te lo permite, no dejes de visitar Cuenca, te gustará.