5 platos típicos manchegos y sus curiosidades

La Mancha le debe mucho a su gastronomía, a su cocina tradicional y a esa particular tradición manchega de disfrutar comiendo y presumiendo de platos típicos.

 

Para que conozcas un poquito mejor nuestra región, te vamos a hablar de sus platos más típicos y sus recetas  más tradicionales.

Un recorrido por la gastronomía, elemento importante dentro de la cultura de Castilla-La Mancha, que seguro te dejará con muy buen sabor de boca. 

Los manchegos no sólo comemos, nos juntamos a comer ¿Quién no ha quedado a “hacer unas gachas”?

 

Da igual la hora, el día, hasta la época del año, preparar una de estas recetas típicas manchegas, además de un arte, es la excusa perfecta para reunirse.

Claro que hay que seguir un protocolo, la reunión siempre será al “amor de la lumbre” como manda la tradición.

Nada de mesa y mantel… de pie y navaja en mano. Pero sin violencia, por favor.

En Castilla-La Macha, el pan, es fundamental y además debe ser "sentao", es decir, del día anterior. Nuestros platos típicos requieren de una consistencia especial, además de un buen vino, que en nuestra tierra son espectaculares. 

Si te apetece un plan diferente,  QdOcio te trae cinco platos típicos manchegos, algunos de ellos hasta literarios.

Toma buena nota, empezamos...

1. LAS MIGAS

¿Puede haber algo más manchego que una migas? Segurísimo que no...

Aunque es un plato que se puede degustar en muchos lugares de la geografía española, las migas son un plato muy típico y representativo de nuestra región. 

Además, es un plato tan especial, que cada lugar de La Mancha le aporta su toque particular.

De origen humilde,  este plato manchego se remonta tiempo atrás y aunque su invención se le atribuye a gentes del campo, hay quien defiende que su origen podría ser de más noble cuna. 

Claro que su origen también podría deberse a los árabes que introdujeron el tharib en la península.

Plato elaborado con migas de pan cocidas o salteadas a las que se les añadía grasa animal, verduras y, en ocasiones, trozos de carne.

Nada que ver con la creencia más extendida, que atribuye el origen de las migas a los pastores y gentes humildes, una cocina del más puro "aprovechamiento".

Utilizaban los restos de pan de días pasados y las carnes de las que disponían o cazaban.

Seguro que las has probado en alguna ocasión pero, por si acaso, QdOcio te cuenta cómo se hacen.

¿CÓMO SE HACEN LAS MIGAS? 

Preparar este plato requiere de una habilidad especial, sobre todo, en lo que se refiere a la paciencia, las migas requieren su tiempo. 

Lo que necesitas en primer lugar es pan, pero no un pan cualquiera tiene que ser un pan de pueblo, pan “sentao” de un par de días.

Se corta en trozos y se moja con un poco de agua, se tapa con un paño y se deja reposar.

Después, en un perol al fuego, se doran abundantes ajos y la carne, que una vez listos, se sacan y se reservan.

En ese aceite se fríe el pan hasta que pierde la humedad y adquiera la consistencia deseada.

Parece fácil ¿verdad? Pues no lo es tanto, encontrar el punto exacto es todo un arte.

Se pueden acompañar de la carne que previamente hemos frito y, según las zonas, de verduras o frutas como las uvas. 

 

Si te gusta la gastronomía y estar entre fogones, QdOcio te busca a ti y a tus recetas. Si las compartes con nosotros te las publicaremos. Toda la información la tienes en este contenido...

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2. LAS GACHAS

Si no conoces las gachas, debes venir cuanto antes a Castilla-La Mancha.

Además las este plato típico sabe mucho mejor si lo compartes entre amigos, ya sabes, cuando vengas tráetelos a todos.

Su ingrediente principal es la harina de almortas y su origen humilde era alimento de pastores y gentes de campo en invierno. 

Fácil de preparar, de ingredientes sencillos y de alto valor calórico para sobrevivir a las inclemencias del invierno manchego.

Y qué decir de su poder "post-resaca", los que somos de aquí, sabemos que unas gachas son "mano de santo", lo mejor para empapar el alcohol y comenzar el día con muy buen pie. 

 

Claro, que tomarlas a modo de tapa, también mola...si te gusta tapear, aquí te dejamos un contenido que podría interesarte. 

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¿CÓMO SE HACEN LAS GACHAS? 

Su elaboración, aunque sencilla, requiere como en el caso anterior de experiencia y "mucha mano" en la cocina. 

En abundante aceite se fríen los ajos, y los trozos de panceta y chorizo que, una vez dorados, se reservan. 

Después, en ese aceite se añade la harina de almortas junto con un poco de sal y se comienza a dar vueltas para que se dore, pero con cuidado de no quemarlas.

A continuación se le va añadiendo agua poco a poco, y se va dejando cocer hasta que tengan una consistencia apropiada...

¿Cuál? pues la de unas gachas...

A la hora de comerlas, comienza el ritual, sin él, las gachas no saben igual.

Se comen en el perol, nada de platos, ni cubiertos, solo necesitas cuchillo o navaja y una hogaza de pan de pueblo. 

Por turnos y con tu trozo de pan pinchado en la punta de la navaja irás “mojando” en las gachas y llevándote algún que otro trozo de chorizo o tocino.

Tras semejante festín, no hagas muchos planes para el resto del día. Su digestión requiere mucha paciencia y una buena siesta.

Claro, que si quieres que tanta caloría desaparezca de tu cuerpo, aquí te dejamos un contenido que te puede ayudar...

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Claro que si se te ocurre degustarlas en verano cuando el calor apreta, ve buscando lugar para ponerte en remojo...

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3. GALIANOS O GAZPACHOS MANCHEGOS 

Este es el más literario de los platos típicos del repertorio manchego.

Ya aparece en El Quijote y, como todo plato manchego que se precie de serlo, sus ingredientes son humildes, de elaboración sencilla y su sabor rotundo.

Vamos, de esos platos que se toman a primera hora de la mañana y ya no necesitas comer entre horas.

Ríete tú del desayuno de americanos y británicos...

El ingrediente característico de este plato es la torta de pastor, un pan ácimo, es decir, sin levadura que se utiliza dentro del guiso a modo de cuchara a la hora de comerlo. 

De ahí viene el dicho de que "de los galianos se come hasta la cuchara y el plato"

Esta es otra de las características manchegas: cocina sin complicaciones, para comer donde y como surja.

Y hablando de literatura y de nuestra obra más universal, ¿conoces la ruta de los pueblos del Quijote? Si no es así, nosotros te ayudamos...

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¿CÓMO SE HACEN LOS GALIANOS? 

Su elaboración es muy sencilla, consiste principalmente en hacer un guiso de diversas carnes y verduras.

Éstas, una vez cocinadas, se les añade en trozos la torta de pastor, se deja reposar y listo.

Acompañado de un buen vino de la tierra, es la excusa perfecta para preparar un buen plan entre amigos. 

4. ATASCABURRAS 

Con un nombre tan sugerente, este plato, como poco, llama la atención ¿verdad?

Es típico del invierno de la provincia de Albacete o la Serranía de Cuenca.

Cuentan que su invención se debe a dos pastores que, tras una gran nevada, quedaron incomunicados.

Y sin nada más que llevarse a la boca que unas pocas patatas, y unas espinas de bacalao, decidieron elaborar un "moje".. tan contundente que cuando regresaron, sus vecinos dijeron que "hartaba hasta las burras"

Si quieres probarlo in situ y haces una escapada a Albacete o Cuenca, aquí te dejamos dos contenidos por si te vinieran bien...

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¿CÓMO SE HACE EL ATASCABURRAS? 

En la actualidad el plato se elabora utilizando bacalao desmigado y caldo de pescado, mezclándolo con las patatas para aligerarlo.

A la hora de emplatarlo se utilizan nueces, huevos cocidos y un bueno chorro de aceite de oliva.

No me digáis que no es un plato completo, a esto le podemos llamar un superalimento.

Y si lo acompañamos de un buen vino...

Un plato de estas características nos permitirá hacer hasta lo que no queramos...

Si necesitas algo de actividad para aligerar tanta caloría, nosotros te ayudamos...

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5. DUELOS Y QUEBRANTOS 

Pero si hay un plato manchego conocido internacionalmente ese es, sin duda, los Duelos y Quebrantos.

Literario, al igual que los Galianos, Cervantes en su obra maestra ya nos hablaba de sus bondades gastronómicas...

Al igual que los demás, es un plato muy sencillo de elaborar, de ingredientes muy humildes y con gran cantidad de calorías...

Consiste, básicamente, en un revuelto de huevos, chorizo, jamón y tocino, pudiendo añadirse, también, sesos de cordero.

El origen de este plato, así como el de su peculiar nombre es todo un misterio.

No se tienen referencia de él antes de El Quijote, aunque, posteriormente, aparece nombrado en otras obra literarias.

Tampoco se sabe si el origen es noble o humilde, pues ha alimentado, tanto a gentes de campo en los días crudos del invierno, como ilustres y nobles personajes de paso por nuestra tierra.

Lo que es incuestionable es su sabor, por ello, debes probarlo, pues no te causará ningún duelo ni ningún quebranto. 

Esperamos que estos platos típicos os hayan abierto el apetito y, sobre todo, la curiosidad por probarlos.

Los de hoy son quizá los más conocidos, pero desde QdOcio, nos comprometemos a enseñaros muchos más.

Pero ahora te toca a ti, comparte tus recetas con nosotros...queremos que seas nuestro Master Chef particular.

¿Cómo puedes hacerlo? pues enviándolas a recetas@qdocio.com y de esta manera te las publicaremos en QdOcio.