10 tradiciones navideñas que te sorprenderán
¿Sabías que en Navidad todas las escobas de Noruega están escondidas? Si te preguntas por qué, aquí te explicamos esta curiosidad y muchas más...
La Navidad ya está aquí y en Castilla La Mancha tenemos nuestras propias tradiciones para vivirla intensamente.
Pero, como bien sabes, los manchegos somos gente muy curiosa, ¿verdad?
Para saciar esa ganas de conocimiento, QdOcio te trae una recopilación de tradiciones de distintos países para que veas cómo se vive la Navidad lejos de aquí.
Si estás preparado, comenzamos con las curiosidades navideñas.
1. Festival de los farolillos gigantes en Filipinas.
Se celebra todos los años el sábado previo a la Nochebuena en la ciudad de San Fernando, donde participan un total de once pueblos que compiten por ver quién construye el mejor farolillo.
Al principio el parol, que así es como se llama, tenía diseños con forma de estrella simple, pero a lo largo del tiempo la evolución ha sido impresionante.
Los diseños son una explosión de colorido que van desde motivos florales a símbolos religiosos.
Su coste puede alcanzar varios miles de dólares y generalmente están fabricados de papel, vidrio, plástico y bambú.
2. La cabra de Gävle, Suecia.
Desde hace 50 años, el Gävle Gota de 13 metros de altura, 7 de largo y 3 toneladas de peso ha sido una de las características navideñas de la ciudad sueca Gävle.
La cabra de paja es una de sus tradiciones más ancestrales, cuyo origen puede remontarse al paganismo germánico.
Pero en los últimos tiempos también se ha convertido en tradición quemarla, y algunos años tan solo ha sobrevivido 24 horas.
3. Día de las velas en Colombia.
El día de las Velitas se celebra en Colombia el 7 de diciembre y es el pistoletazo de salida para la fiesta navideña.
Los habitantes de las ciudades colombianas colocan faroles multicolor con velas en su interior...y a las 7 de la tarde comienza todo.
Y colocados frente a sus casas, permanecen encendidos hasta las 3 de la madrugada.
Una tradición de origen religioso, que con el encendido trazan el camino de la Virgen María para que bendiga sus hogares, conmemorando, así, la Inmaculada Concepción.
Además, a esto se suman espectáculos pirotécnicos que atraen a muchos visitantes de todas las regiones.
4. Cerveza para Papá Noel en Irlanda
En Irlanda a Papá Noel o en gaélico Daidi na Nollag, es conocido como Santa o Santy, y en Nochebuena, trae regalos a los niños que se han portado bien.
Lo tradicional es dejarle un pastel de carne picada y una botella o vaso de cerveza Guinness, junto a una zanahoria para su reno Rudolph.
Otra tradición irlandesa es la de dejar una gran vela en la entrada de la casa o en alguna de las ventanas, que encenderá el más pequeño en Nochebuena.
Es un símbolo para dar la bienvenida a la Sagrada Familia y solo podrá ser apagada por una niña o mujer llamada María.
Curioso, ¿verdad?
5. Encontrar pareja en la República Checa
En este país centroeuropeo tienen una peculiar costumbre cuando llega la Navidad.
Después de la cena de Nochebuena, las mujeres solteras se colocan de espaldas a la puerta de su casa y tiran un zapato por encima del hombro.
Si el zapato cae con la punta hacia la puerta, encontrará pareja en el nuevo año. Si ocurre lo contrario, soltera un año más.
Otra tradición curiosa, allí no creen en Papa Noel, en aquel país los regalos los trae el Niño Jesús.
Por eso el árbol no se pone hasta el día 24, a escondidas y con la puerta cerrada para que nadie pueda entrar.
Una vez acabada la cena de Nochebuena, una campanilla suena, señal de que el Niño Jesús ya ha traído los regalos.
6. La soleada Navidad australiana.
La Navidad en Australia es un tanto peculiar.
En La Mancha solo imaginamos la Navidad con frío, alguna vez con nieve, pero en las antípodas en estas fechas es verano.
Lo habitual es tomarse las doce uvas a 30 grados y en pantalón corto.
El clima cálido les permite disfrutar de una tradición que comenzó en 1937.
Villancicos a la luz de las velas, cada año la víspera de Navidad, donde decenas de miles de personas se reúnen en Melbourne para cantar.
7. Un poema, un regalo en Letonia
En este país del centro de Europa también se entregan los regalos el día de Nochebuena en nombre de Papa Noel, pero quien los quiera debe cumplir una condición, recitar un poema o cantar una canción.
Y es que el lema navideño en Letonia es “un regalo, un poema”.
Otra tradición es reunir troncos de madera y encender con ellos una gran hoguera el día de fin de año, la intención, acabar con todos los infortunios y problemas antes del año nuevo.
8. Esconder escobas en Noruega
El país nórdico cuenta con una tradición ancestral en Navidad.
Allí la gente esconde sus escobas por un motivo peculiar, evitar que las brujas y los malos espíritus aparezcan en Nochebuena.
De esta manera no podrán tomarlas prestadas y volar atrayendo la mala suerte.
Con el tiempo no solo las escobas, ahora también las aspiradoras hay que ponerlas a buen recaudo. Ya sabéis el progreso también afecta a los seres sobrenaturales.
9. Trece días de regalos en los zapatos (Islandia)
En esta isla del norte del océano Atlántico, con un paisaje salvaje e inhóspito poseen una tradición navideña curiosa.
Cada año a partir del día 12 de diciembre descienden 13 hombrecillos que dejan a los niños un regalo cada día, si han sido malos, recibirán una patata.
Pero cuenta la leyenda que los yules, que así se llaman estos hombrecillos, secuestran a los más traviesos para guisarlos y comérselos.
El día después de Navidad los troles se empiezan a ir, uno a uno, con lo que la fiestas dura desde el 12 de diciembre hasta el 6 de enero.
10. Todos a comer pollo frito en Japón
Hasta para nosotros los manchegos, gente abierta y dada a la fiesta, nos resulta peculiar esta última tradición navideña.
La comida estrella de las Navidades en Japón es un bol de pollo frito, sí, pollo frito.
Pero no cualquier pollo, si no del que se elabora en las cadenas de comida rápida Kentucky Fried Chicken.
Lo curioso es que es un país donde la Navidad es una fiesta bastante secundaria y con poco arraigo, pero en los últimos años se ha convertido en la obsesión de miles de japoneses en estas fechas.
Y no es una forma de hablar ya que las colas a las puertas de estos establecimientos son kilométricas, teniendo incluso que reservar el “menú navideño”, pollo frito y tarta con hasta tres meses de antelación.
La explicación a esta fiebre se remonta a una campaña publicitaria desarrollada en 1974 por esta multinacional, cuyo éxito fue tal que aquel mensaje todavía se mantiene.
Como ves, estas tradiciones navideñas molan mucho, ¿verdad?
Si quieres añadirlas a las que aquí tenemos, este año das la campanada.