Running: la cara B del deporte de moda

La cara B del running

¿Te gusta correr? ¿Eres de los que hacen de esta práctica un estilo de vida? Se cauteloso, el running tiene una cara B...

 

El running es el deporte de moda, ha experimentado un auge sin precedentes, sobre todo a partir de 2008. Miles y miles de personas "salen a correr", pero como todo, este deporte tiene su cara B.

En la actualidad, estamos asistiendo a un boom de todo lo relacionado con el cuidado y el culto al cuerpo, olvidando por completo que esto de correr tiene un lado oscuro, que si no atendemos puede salirnos caro. 

Correr es sano, sin duda, prácticamente es prescrito por los facultativos, tiene beneficios físicos y psicológicos.

 Entonces, ¿cuál es el problema? Los excesos, por supuesto.

En los últimos diez años las consultas de traumatólogos y fisioterapeutas se han visto llenas de aficionados al running.

Personas que en muchos casos han pasado del sofá a devorar kilómetros, sin la preparación adecuada, sin una planificación o control médico.

Hemos de tener en cuenta nuestra condición física y nuestra edad, además de nuestras capacidades.

Si bien participar en una carrera popular se puede considerar, a priori, una sana motivación para empezar a correr, no podemos pretender empezar de 0 y correr una maratón en 6 meses.

No hay que olvidar que estamos hablando de 42 km corriendo. Es una barbaridad.

Es más, los profesionales aconsejan no correr más de dos maratones anuales y nunca antes de llevar por lo menos 2 años entrenando y tras haber participado en varias medias maratones, claro está, y habiendo empezado por carreras de 10 km.

Estamos sometiendo al cuerpo a un esfuerzo para el que no está preparado. Y todo ello acarrea lesiones.

Las lesiones relacionadas con el running son numerosas, algunas leves, pero otras pueden apartarnos de nuestra actividad favorita.

 

Algunas de las lesiones más frecuentes entre los corredores son:

1. Tendinitis rotuliana: es una inflamación del tendón anterior de la rótula. Produce un dolor en la parte inferior de la rodilla que se nota sobre todo al flexionarla.

Es causada principalmente por los movimientos repetitivos.

2. Tendinitis Aquilea: Es producida porque los músculos posteriores de la pierna tienen poca elasticidad o por correr de manera habitual sobre superficies duras.

3. Rotura fibrilar en los isquiotibiales: la distensión o los tirones violentos en los isquiotibiales, que se localizan en la parte posterior del muslo

4. Fascitis plantar: esta lesión se produce en la planta del pie, más concretamente en la zona junto al talón.

Presenta un dolor agudo y punzante sobre todo cuando nos levantamos por las mañanas.

5. Periostitis tibial: inflamación del periostio de la tibia, que es una membrana muy resistente y gruesa que la envuelve.

Esta lesión provoca dolor en la parte interna de la pierna y puede aparecer al cambiar a un entrenamiento más intenso.

6. Síndrome de la cintilla ilio-tibial o rodilla del corredor: es una de las lesiones más frecuentes en el corredor.

Es la inflamación de los tendones que conectan la cadera con la parte externa de la rodilla

7. Fractura por estrés de los metatarsianos: se trata de la fractura de una o más partes en la zona de los metatarsos producida por los impactos repetitivos, resultando muy dolorosa.

La mayoría de las lesiones se pueden prevenir con un entrenamiento gradual y progresivo y con un plan de estiramientos después de cada entrenamiento.

En muchas ocasiones lo que nos lleva a lesionarnos es el sobre-entrenamiento.

No dejar al organismo asimilar el ejercicio y dejarlo recuperarse del esfuerzo que supone un entreno es exponernos a toda esta batería de lesiones.

En cualquier caso, las lesiones pueden llegar.

En ese caso hay que utilizar el sentido común, parar, y actuar para remediarlo.

Puede tratarse de algo leve que se pueda paliar con antiinflamatorios y hielo, pero puede ser algo más grave y necesitar a especialista de la salud.

En cualquier caso, parar, dejar de entrenar durante un tiempo hasta recuperarse del todo es la mayor garantía de éxito.

En cuanto a los peligros físicos de este deporte hay que hablar de la muerte súbita, que, si bien no se produce de manera habitual, afortunadamente, se está dando en más casos de los que debería.

En los últimos 10 años, han muerto 20 personas en carreras populares.

Problemas psicológicos: el Running como una obsesión

Hemos hablado de los problemas físicos que acarrea el running, pero también existen los psicológicos.

Uno de cada 10 españoles corre habitualmente, el doble que hace 5 años y 75.000 están en riesgo de adicción grave.

Para muchos correr es una terapia, un medio de desconexión, de liberar tensiones, y eso puede causar dependencia.

Está científicamente demostrado que tras el entrenamiento nuestro cerebro libera sustancias como las endorfinas y serotoninas que nos hacen sentir bien, una gran sensación de felicidad..

El running puede convertirse en una obsesión, incluso ha empezado a acuñarse un término “Runnerexia”.

Aunque en principio no se contempla todavía como una patología.

Las personas obsesionadas con correr, empiezan por no poder pasar ni un día sin entrenar.

No es solamente que se convierte en un modo de vida, es que toda su vida gira entorno a correr.

Comienzan a alterar su vida social, prácticamente renunciando a ella porque al día siguiente tiene un entrenamiento duro o una carrera importante.

Cambia sus hábitos alimenticios de manera exagerada, y todo gira por y para el running. Los entrenamientos son cada vez más intensos. 

Intentan batir sus marcas sin contemplaciones, convirtiéndose en verdaderos traumas el estar lesionado y no poder entrenar, y participar en las carreras.

Pueden anteponer estos eventos deportivos incluso a importantes reuniones familiares o simplemente a pasar tiempo con los suyos.

IMPACTO ECONÓMICO

Podemos considerar en último lugar otro efecto del running, el impacto económico.

Mientras que hace diez años el gasto medio por corredor para equipamiento podía rondar los 40€, actualmente pasa de los 100€, solo para empezar.

Los datos son claros, en 2013 se vendieron más de 2.200.000 pares de zapatillas, sin tener en cuenta los datos de los grandes centros comerciales del deporte.

Actualmente existen unas 4000 carreras populares.

Continuamente aparecen dispositivos “necesarios” para entrenar, GPS, pulsómetros, cuenta pasos, cuenta calorías, etc.

Pasando en muchos casos de los 100€.

Por no hablar de las zapatillas. Tenemos una horquilla enorme de precios desde 15€ las más básicas hasta superar los 500€ las profesionales.

En su mayor parte las zapatillas para correr superan ampliamente los 100€, teniendo en cuenta que podemos necesitar hasta dos o tres pares anuales….

A todo esto, hemos de sumar camisetas, pantalones, medias de compresión, cortavientos, etc.

Lo que en total incrementa considerablemente el gasto de un deporte que se considera austero.

El boom del running y la burbuja económica creada a su alrededor se ha generado también entorno a las carreras populares.

Miles de recorridos por la geografía nacional, algunas de estas carreras tienen un carácter solidario.

En su mayoría se han convertido en escaparates para las ciudades y pueblos que las organizan, que ven en ellas un negocio muy rentable. 

También han proliferado establecimientos tanto físicos como virtuales, que ofrecen todo lo necesario para esta práctica con una gran oferta de posibilidades y precios.

En conclusión, como todo en la vida el running tiene en su mayoría grandes ventajas, pero también un lado menos amable que no debemos olvidar.  

Como tampoco debemos olvidar que correr es disfrutar, y, sobre todo, es vida y salud. 

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