Manuel Muñoz: "La vida, como la competición, es un deporte de riesgo"
El Ocio es propiedad privada de cada cual. Manuel Muñoz, lo disfruta rápido, muy rápido, y sobre cuatro ruedas...
En nuestro espacio dedicado a conocer a PERSONAS como tú y descubrir a qué dedican su tiempo de ocio, hoy te traemos a Manuel Muñoz, natural de Puertollano y gerente de CIUDAUTO en Ciudad Real.
Y como no puede ser de otra manera, un apasionado de las cuatro ruedas...
Con él hemos hablado para conocerle un poquito más de cerca, y compartir con él esta increíble afición de pilotar carreras.
1. La palabra Ocio tiene su origen en el latín “otium” que significa “reposo”, pero en tu caso este término no se corresponde mucho con la manera en la que lo entiendes, ¿cómo se vive sobre cuatro ruedas?
Es cierto, mi manera de entenderlo no se ajusta a esa idea. Bien es cierto que durante la semana vivo muy rápido y fuera de casa, a la que acudo sólo a dormir y descansar.
No hago demasiada vida hogareña, aunque estoy empezando a "enseñarme" a practicarla y, poco a poco le estoy tomando el gusto.
Pero muchas aficiones, amigos y familia me impiden dedicar tiempo al "descubrimiento del hogar".
Sobre ruedas he vivido prácticamente toda mi vida.
Cuando era pequeño montando en los coches imaginarios que me inventaba.
Cuando por fin llegaba al suelo, con el ciclomotor de mi hermana, con el mío a los 14 años ...
Hasta que con 17, empecé a correr en coche de carreras, a los 18, carnet de conducir y a los 24, comencé a trabajar en el mundo de las cuatro ruedas.
Mundo en el que vivo y que es el sustento de toda mi familia.
No sé si se vive muy bien sobre cuatro ruedas, pero a mi me encanta.
Y no hay nada mejor que vivir encantado, manipulando y enredando en lo que más me gusta, los coches y el bussines.
2. Suponemos que uno de tus juguetes favoritos de niño serían los coches ¿Cuándo diste el salto y te iniciaste en el mundo de las carreras?
Pues sí.. siempre fueron los coches, pero como te he comentado, hasta los 8 años jugaba sin nada.
Mi juego era hacer carreras por los pasillos imaginándome que iba en un F1 o en coches de carreras.
Suena fantasioso, y un poco loco, ¿verdad? pero era así.
Llegó mi comunión y con ella, un coche de automodelismo que me regaló mi padre.
Un coche teledirigido de batería eléctrica con el que practicaba en un circuito debajo de casa.
Luego pasé a esos mismos coches pero de gasolina de explosión.
Y con 12 años me di cuenta que lo que me gustaba era ir montado en ellos.
Y como mi padre ya me había enseñado a conducir, dedicábamos los sábados a lo que llamábamos "hacer coche" por caminos y carreteras sin tránsito.
3. Una curiosidad..¿cómo le dijiste a mamá "quiero ser artista"?
A mamá no se lo tuve que decir nunca porque juntándome con mi padre, ella ya lo intuía.
Pero no quedó más remedio que decírselo, cuando me tuvo que firmar un poder en notaría la primera vez que corría en una prueba oficial y federada, la subida a la Atalaya de 1998.
Tenía 17 años y mi padre la tuvo que llevar engañada, pensando que firmaría una herencia o algún poder para vender bienes.
Claro que lo realmente estaba firmando era una autorización para que corriera un menor de edad.
Mientras el notario leía el acta, ella se enteraba de que íbamos a participar en una prueba del Campeonato de España.
4. Se suele decir que correr es de cobardes, ¿cuál es tu motivo para hacerlo?
Pues sí, eso dicen los chascarrillos , pero no creo que sea motivo ni de valentía, ni de cobardía.
A mi me aporta bienestar y, como todos los deportes de riesgo, genera sensaciones de cierto estrés , tensión...
Pero a la vez te aporta una gran satisfacción de gestión y progresión cuando ves que las cosas las estás haciendo bien.
Las sensaciones son muy buenas a todos los niveles: antes, durante y después.
Por no hablar del ambiente de las carreras y del olor que se respira cuando eres un apasionado de este mundo.
Mi motivo para correr y seguir vinculado a este mundo, no es otro que mi tremenda afición y la pasión que siento desde muy pequeño por este deporte.
5. Cada piloto es un mundo, ¿tu eres de los que le gusta el riesgo o de los que no pueden dejar de arriesgar?
Por lo general soy una persona que me gusta el riesgo, y soy amigo del riesgo en muchas facetas de mi vida.
Pero no estaría bien calificarme como una persona de riesgo, soy arriesgado en algunas cosas pero en otras no tanto.
Aunque si tengo que inclinar la balanza hacia algún lado me calificaría de arriesgado o expuesto a riesgo.
Considero que vivir es un riesgo, tiene una parte de aventura y considero que hay que arriesgarse a muchas cosas a lo largo de la vida.
Está te pone a prueba diario, por lo tanto, hay que arriesgar, decidir y tomar decisiones menos malas.
Esto mismo ocurre en el mundo de las carreras.
Hay veces que hay que arriesgar para la consecución del objetivo o la meta marcada, prescindiendo o dejando de cumplir otros que en ese momento consideras no tan relevantes.
El mundo del pilotaje es arriesgado, no cabe duda y en función de la especialidad que practiques tiene un riesgo u otro.
Estamos hablando de máquinas y velocidad, una combinación arriesgada.
6. Debido a las características de este deporte, ¿pilotar coches se ha convertido en una afición o en una vía de escape?
Siempre ha sido una afición inculcada por mi padre con el que, desde pequeño, he compartido.
Recuerdo que me llevaba a los circuitos donde íbamos a ver a pilotos amateur que el concesionario de mi padre patrocinaba.
Fue en esta etapa de mi vida donde realmente desarrolle mi afición por este deporte, cuando conocí a los pilotos que admiraba y que hoy son amigos.
Pero este deporte también es una vía de escape que me hace sentir muy bien y me ayuda a evadirme de todo.
Cuando el estrés se instala en mi trabajo o en mi vida en general, necesito subirme a un coche de carreras o llevar a cabo algún tipo de práctica de automovilismo.
Es lo mejor para neutralizar adrenalina y compensar las hormonas de mi cuerpo...(risas)
7. El riesgo forma parte del juego, pero ¿qué sensaciones te aporta tras el volante?
El riesgo es la esencia de este de este deporte.
Éste depende de la especialidad, rallyes, circuitos...y en función de ello tendremos unos riesgos u otros.
Por lo general el rallye es la opción más arriesgada tanto para el piloto, copiloto y espectadores.
Las sensaciones tras el volante son muchas, muchísimas y diferentes según el motivo que te haya llevado hasta ahí.
La primera sensación que tengo tras un volante, es de admiración a la máquina, tocarla y ver que estas dentro de ella.
La segunda sería intentar hacerte amigo de ella, conociendo sus reacciones, comportamientos y cómo se deja pilotar o llevar .
La tercera es la de comprobar el trabajo que has hecho, cómo has domesticado a la fiera, cómo vas buscando sus límites y los tuyos, debilidades y fortalezas de máquina y piloto.
Llevándola hasta el límite de ambos, sin que nada ocurra y buscando una compenetración entre ambos.
Esto es lo que garantizará un buen resultado.
8. Para que nada falle en la pista, es imprescindible la preparación. ¿Cómo es la tuya?
Como todo en la vida la preparación es fundamental y muy importante, tanto la física como la mental.
También es vital los previos del vehículo, por no hablar de la preparación del mismo, así como, tener un buen equipo detrás.
Un equipo que te mantenga y te prepare el coche, revisándolo después de cada carrera, diagnosticando y revisando que esté todo en orden y nada falle.
El capítulo de preparación física y mental es tan importante como la preparación del vehículo.
Es muy importante mantener la cabeza concentrada en lo que estás haciendo y saber gestionar las emociones que surgen mientras estás pilotando.
Sensación de miedo, inseguridad, euforia...hay que gestionarlas al volante y no dejarse llevar por ninguna de ellas, pues te pueden jugar alteraciones en el pilotaje.
Mi preparación física en general no es muy buena, no es la que más trabajo.
Se que es una de las facetas más importantes, pero siendo honesto y sincero, no la he preparado nunca, pero no quiere decir que no la haga en un futuro .
La fortaleza física y mental con la edad va menguando.Tu cabeza, con el tiempo, se va llenando de más cosas...
Familia trabajo, estrés y problemas de los que debes evadirte para concentrarte en lo que realmente estás haciendo, pilotar un coche.
9. Muchas habrán sido las competiciones en las que has participado y muchas las experiencias vividas. Si tuvieras que quedarte con una, ¿cuál sería y por qué?
Sería muy difícil, de todas guardas un buen recuerdo y todas han sido especiales por algún motivo, momento, compañía...
Pero recuerdo especialmente las primeras subidas a la Atalaya por ser joven y piloto local, la primer subida al Piélago en Talavera, muy complicada para mi y sin entrenar...
Las primeras 24 horas de Guadix con un coche casi de serie porque nunca había corrido de noche.
Participar en Copa Clio, un certamen con un circuito lleno de espectadores y grandes pilotos del panorama nacional.
Y, por supuesto, y a más nivel amateur y aventurero, el rally solidario Clásico del Atlas con un Citroen CX.
Y en 2012 cuando invité a mi padre a participar una semana en Marruecos.
Una vivencia muy enriquecedora que repetí en 2013 con mi amigo Antonio “Guitarrilla”.
Otra experiencia que no se olvida y que intentamos recordar y contar cada vez que estamos con amigos.
10. Por último, ¿crees que este mundo es accesible para todos?
Desgraciadamente no, y sobre todo para correr a nivel federativo, es decir con licencias y federado.
A parte de las tasas y las licencias que debes sacar, el equipamiento del piloto y el vehículo deben estar homologado y en vigencia.
Esto encarece demasiado los costes, sin contar con otro tipo de hándicaps y sofisticaciones que han encarecido demasiado este deporte en los últimos años.
Esto ha hecho de él un deporte de élite y no pensado en amateur.
Los costes de iniciarte en este deporte están un poco desorbitados.
Las Copas monomarcas, que yo conocí de pequeño y responsables de mi afición casi han desaparecido.
Eran mecánicas sencillas, y los propios pilotos y sus familiares se encargaban de los coches sin necesidad de llevar equipo de preparadores y asistencias.
En la mayoría de los casos estas copas estaban muy subvencionadas por las marcas de vehículos, y de ellas salieron muy buenos pilotos y grandes aficionados a este deporte.
Desgraciadamente el escenario ha cambiado, estas copas han ido desapareciendo..
y con ellas, el apoyo de las marcas, la emoción, el público de los circuitos..
Dando paso a grandes presupuestos de pilotos casi profesionales que luchan ferozmente por la victoria de un campeonato apto para grandes presupuestos multimillonarios y nunca pensando en el deporte base.
Manuel, muchísimas gracias por dejarnos ser copiloto en este viaje...desde aquí, desearte muchísimos kilómetros más por recorrer.
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